Lisozima: Esta proteína tiene propiedades antimicrobianas y se utiliza en la vinificación para controlar bacterias lácticas y prevenir fermentaciones malolácticas no deseadas. La lisozima es especialmente útil en vinos blancos donde se desea evitar la fermentación secundaria. Ayuda a preservar el perfil fresco y frutal de estos vinos, evitando posibles contaminaciones y problemas de estabilidad microbiológica.
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