El ácido galacturónico es un componente de las pectinas, que se encuentran en la piel y la pulpa de las uvas. Durante el proceso de vinificación, especialmente en la fermentación, las pectinas se descomponen, liberando ácido galacturónico al vino. Este ácido puede influir en la textura y estructura del vino, afectando la sensación en boca y contribuyendo a la estabilidad de los taninos.
Además, el ácido galacturónico participa en la formación de polisacáridos, que son compuestos que ayudan a suavizar el vino, dándole un cuerpo más redondeado y equilibrado. También puede influir en el color y la estabilidad del vino, ya que estos polisacáridos ayudan a estabilizar el color y a reducir la sensación de astringencia en tintos.
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