El pie de cuba es un proceso clave en la vinificación que consiste en preparar un cultivo inicial de levaduras a partir de un pequeño volumen de mosto para luego inocular el tanque principal de fermentación. Este método asegura que la fermentación se inicie de manera controlada y efectiva, especialmente en vinos que se elaboran con levaduras autóctonas o en fermentaciones espontáneas.
Para crear el pie de cuba, se toma una pequeña cantidad de mosto, se deja fermentar en un tanque o recipiente más pequeño y se monitorea hasta alcanzar un nivel alto de actividad de levaduras. Luego, este cultivo activo se añade al mosto principal, facilitando una fermentación uniforme y evitando que levaduras indeseables tomen el control.
El pie de cuba es particularmente importante en vinos artesanales, biodinámicos y naturales, ya que permite desarrollar el perfil aromático deseado y una fermentación estable, minimizando el riesgo de problemas microbiológicos y asegurando un resultado de alta calidad.
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